martes, 27 de noviembre de 2018

LAS XANAS Y EL APELLIDO MIRANDA

En su obra Armas y linajes de Asturias y antigüedades del Principado, refiere cómo el fundador de la casa de Miranda casó con ” una doncella encantada, en demasía hermosa, y en ciertos días del año se tornaba sierpe, en la cual tuvo un hijo y una hija, y al cabo de algún tiempo supo él cómo tornaba sierpe, y aguardóla y ella por entender que él la había visto en aquella figura, tomó los hijos debajo de los brazos y fuyó y pasando un río acaeció que se le cayó la hija, la cual casó con aquél do vienen los del linaje de Miranda”. Esta leyenda asturiana entronca con la leyenda francesa del hada Melusina y el señor de Lusignan, compilada por Jean d’Arras en el Roman de Melusine, en la segunda mitad del siglo XIV, en el que Melusina imponía a su marido la condición de no ser vista durante el cual recuperaba su aspecto de serpiente. Pero un día su marido incumple la norma y Melusina se transforma en serpiente alada, mientras que su esposo se retira a un yermo. Según esta leyenda, diversas casas nobles de Francia estarían emparentadas con su linaje. La leyenda melusiniana tuvo amplia difusión en el norte de la península Ibérica a lo largo de la Edad Media, en la que linajes nobiliarios como el de los señores de Vizcaya- según relato del conde de Barcelós en el siglo XIV- se creyeron engendrados a partir de mujeres acuáticas.
Y también durante siglos se creyó que la familia de los Mariños, oriunda de la isla de Lobería ( La Coruña ), fue engendrada por un marino gallego que pescó una sirena con la que tuvo descendientes que durante generaciones se revelaron como grandes marinos y buenos nadadores.

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