domingo, 16 de junio de 2019

CAPÍTULO 8- XANA

Es domingo y el día de San juan. Como era de esperar mi madre me ha despertado a las 8:30 de la mañana. Son las 10:30 y he bajado hasta Barzana, que es un municipio de Quirós, ha comprar el pan y de paso a desayunar. Hay demasiada gente en la casa y las voces me vuelven loco.  Así que mi hermano y yo decidimos marcharnos y pasar la mañana por ahí hasta que llegue el resto. Adrian, que está en plena "edad del pavo" es inaguantable, en su mejor momento. Por más que le digo que pasar todo el día con el móvil, es, como poco, de mala educación, a él le entra por un oído y le sale por el otro. Según él está mandándose mensajes con su novia. ¿En serio? Pero si tiene 15 años. En fin...
Nos sentamos en un bar a tomar un pincho y un café. el "mocoso" toma un Cola Cao y un cruasan.

 Intento mantener un conversación, al menos algo parecido a eso y tras darme por vencido, cojo el periódico y comienzo a leerlo. Adrián se ríe como una gallina cacareando. No puedo evitarlo, me hace gracias

-¡eh! ¡mira!- exclama mi hermano señalando algo con la cabeza -¡menudo cochazo!- me giro y miro hacía donde él me indica. Varios transeúntes observan al coche pasar. Bueno, más bien coches. Son dos exactamente e iguales. -¡Joder, menuda pasada!
-Habla bien. -le digo  mientras continuo mirando los coches pasar. 
-No eres mama -me responde, y no puedo evitar soltar una carcajada -continuo mirando mientras estos pasan entre las estrechas calles y se pierden el horizonte.  -Deben ser de la gente que vive en esa pedazo de casa que hay a las afuera del pueblo, el palacio no se que 
-El "Palacio la Cova" -le contesto
- ¡Ese! Estaban hablando ayer mama, la tía Bea y la "yaya" de que habían contratado a mucha gente del pueblo para trabajar allí, y de que trajeron "pila" de gente para decorarlo y todo ese rollo, Está claro que son gente de mucha pasta- todavía me cuesta entender la jerga de mi hermano 
-Sí. Que tienen dinero, eso está claro- le contesto volviendo la vista al periódico y dando un sorbo a mi café.
-Bueno, si le hacemos caso a las locuras de la abuela, no solo son ricos, también son mágicos -Me dice burlándose
-¿Mágicos? ¿de que hablas?- le pregunto sin prestarle demasiada atención
-Sí, ya sabes, magia, mitología, esas cosas -cuando escucho eso no puedo evitar recordar lo que vi la noche pasada, ni los recuerdos que tengo de años atrás
-Que te dijo la abuela, exactamente -mi hermano me mira sin entender 
- pero ¿y que más da? son tonterías de la abuela- me dice quitándole importancia al asunto
-¡Adrián! -sin darme cuenta le he levantado la voz
-Joder como te pones por nada- me dice, y con razón. -Pues eso, que la casa tiene muchas leyendas sobre no se que mujeres del agua, que son muy bellas y solo salen en San Juan, o algo así. Dijo que se llaman...¿eh?... Anas.., no. ¿Xenas?... tampoco...
-Xanas - le respondo yo, ya con mis pensamientos en otro lugar
-¡Sí! exacto, Las Xanas. A parecer, según dice la abuela, ese palacio siempre ha estado habitado por esas mujeres... o lo que sean. En fin ya te dije que son locuras de la abuela- asiento, dándole la razón y él vuelve a mirar su móvil que ha sonado con otro mensaje, algo bueno ya que su atención se aleja de mí. En este momento mis pensamientos están vagando en otro lugar, y escuchando esa voz que se ha grabado en mi mente. 

miércoles, 5 de junio de 2019

CAPÍTULO 7-PRINCESA

PRESENTE

Algo me hace salir de mis pensamientos. Un sonido, un golpe, un ruido lejano. Tardo unos segundos en distinguir, entre la niebla de mis pensamientos, que es el sonido de la puerta. Alguien está tocando.
-¿Sí?-pregunto mientras salgo de la bañera y me envuelvo en un albornoz.
-Señorita, Soy Lucía. Vengo a recoger la ropa sucia para lavarla.-lucía es una de las doncellas. No creo que sea mayor de 23 o 24 años.
-Lucía ¿Qué haces aquí tan temprano?-le pregunto. A penas son las 6:30 de la mañana
-Hoy me tocó entrar primero y salgo pronto. Casi todo el día libre. Su madre me ha dado permiso-me responde. Yo asiento con la cabeza
-Gracias Lucía- le digo entregándole mi vestido mojado. Ella me mira, sonríe y sin decir nada más sale de la habitación. Tras su marcha me visto y me echo a dormir. Estoy muerta.
Es cerca de la hora del almuerzo cuando bajo a la sala. Veo a mi madre a través del la ventana, agachada en el jardín, pero la casa parece vacía. No se escucha ni un solo ruido. Sé que mi hermano y mi cuñada se marchaban hoy. Como siempre, sin despedirse. me digo para mí misma. Les adoro pero son demasiado particulares para mi gusto.
Doy una vuelta por la casa pero continuo sin ver a nadie, entonces salgo de a la calle a ver a mi madre
-... creo que deberíamos plantarlas, a lo largo del muro. Treparían y quedarían preciosas ¿no crees, Enol?- le pregunta mi madre al jardinero mientras cava un poco de tierra
-Sí señora Bryana, Quedaría muy bonito; aunque también podríamos plantar rosales californicas. Crecen bastante rápido y dejarían un aroma muy rico.- mi madre, contrariada, hace un gesto de disconformidad
- no creo que sea lo mejor. Ese tipo de rosas son mejores para suelos más arenosos.  las Buganvillas serán perfectas y pondremos...
-Pierdes el tiempo con mi madre, Enol- le digo sonriendo -Es una mujer de ideas fijas. Cuando se le mete algo entre ceja y ceja no hay manera de que cambie de opinión -Mi madre pone los ojos en blanco mientras Enol suelta una carcajada
-No le hagas caso a mi hija. No tiene mayor fascinación que molestarme -se levanta del suelo y se quita los guantes -Por favor, Enol, compra lo que necesites para plantar las Buganvillas.
-Sí, señora Bryana - él se gira y con una mueca burlona, hace un movimiento de cabeza que me hace reír. Sin más se marcha -¡Por fin te has levantado! Creí que ya dormirías hasta mañana -me dice agarrándome del brazo mientras caminamos hacia la casa
-Puse la alarma para levantarme . Por cierto ¿Donde está todo el mundo? -le pregunto
-Tu padre está en el despacho. Reunido. ¿No lo has visto? -niego con la cabeza
-¿La verdad?, no entre. Vi la puerta cerrada y pensé que no había nadie -¿Y Eileen? -le pregunto. Me ha dejado bastante incomoda la breve discusión con mi hermana y tengo hablar con ella. Me digo.
-Tu hermana ya se fue.- me responde
-¿Qué? ¿como que se ha ido? -no me lo puedo creer
-Sí, me dijo que te dijera que fue a tu cuarto a despedirse pero estabas dormida, así que ya te llama cuando llegue.
-¿y a donde fue?- le pregunto. Es muy raro que Eileen se haya marchado así, sin más.
-Por no se que historia del trabajo. En serio no entiendo porque tiene que trabajar en algo así, Menuda perdida de tiempo- me dice protestando, como siempre.
-Mama, es fotógrafa. Sus fotos se venden en todo el mundo. Y lo sabrías si alguna vez fueras a alguna de sus exposiciones. Es muy buena -la pincho, sabiendo de antemano cual va a ser respuesta.Ella le quita importancia haciendo un gesto con la mano, que de nuevo me hace girar los ojos.
-¿Crees que es algo que debería hacer una princesa? ¿rebajarse a eso?, si lo quiere hacer como hobby, me parece muy bien. Pero ¿trabajar?, es vergonzoso -Siempre la misma historia. Mi madre es imposible
-Mama, no somos princesas, eso para empezar. Y segundo, si a ella le gusta no le veo que tiene de malo.
-Que ninguna debería perder el tiempo en cosas tan absurdas y mundanas -y seguirnos, cada vez que nos reunimos,  la misma cantaleta  - sois descendientes de diosas, familia de reyes, y os portáis como si fuerais cualquier hija de vecino -Vale, desisto. Es imposible razonar con ella. Es como pelear con una pared. La Agarro de nuevo del brazo y entramos en la casa.
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