sábado, 1 de diciembre de 2018

CAPÍTULO 2




Camino, alejándome del avión que me ha traído aquí. Como siempre, mis padres se han empeñado en utilizar el avión familiar para tener el contacto mínimo indispensable con el resto de los mortales; según mi madre, son criaturas infames con miedos y locuras , los cuales no saben como comportarse. No. Mi madre no es una mujer fácil de soportar.
Los coches nos esperan para llevarnos a la casa. Pero como siempre debemos evitar el contacto con el mayor número de humanos posible, al margen de la obsesión malsana de mi madre por la protección, vernos, suele causar un gran revuelo , no somos muy comunes, a penas nos parecemos al asturiano común, somos más bien nórdicos, aunque siempre hemos sido de aquí desde hace siglos hemos sido de este lugar. Y no, no somos criaturas de la noche, ni eso que llaman fantasma, ni siquiera somos simples humanos, somos lo que algunos llaman dioses; somos hadas, arraigadas a esta tierra que nos ha visto crecer, siglo tras siglo; tierra que se evapora  tras las chimeneas de humo de esas grandes edificaciones creadas por el hombre. Aunque en muchas ocasiones he rogado para ser alguien corriente, pero no somos así.
Hace siglos mis antepasados convivían con los humanos con total libertad. Viviendo todos en paz , los humanos ...egoístas y codiciosos quisieron más. Nos robaron a "nuestros" hijos, nos arrebataron nuestro oro y todo para conseguir el poder que según ellos, merecían; confinando a toda criatura divina a mera leyenda mitológica. Ahora yo... nosotras...las Xanas, las Sirenas de este lugar, las hadas del agua, las diosas del agua viva, hemos quedado relegadas a simples criaturas ladronas de niños, cambiando, según ellos, sus hijos por los nuestros, meras espectadoras de supuestas infidelidades que nosotras proyectamos o incluso serpientes peligrosas que juzgan el valor para que algún "caballero andante", nos salve.
Según los humanos, somos criaturas inútiles que su única labor es cantar, tejer y cepillarse el pelo. Realmente resulta muy curioso, cuando gran parte de las familias reales europeas son descendientes de alguna criatura divina. Pero hoy eso sería impensable.. Lo humano no debe juntarse jamás; Desde lo ocurrido con la familia Miranda (ver entrada" Las Xanas y el apellido Miranda") Desde entonces los humanos y los dioses permanecen separados cada uno en su lugar, Pues una unión física o emocional podría desatar una catástrofe. 
Los coches circulan varios kilómetros acercándose a nuestra casa en Quirós. El pueblo se llama San Antonio, Ahora se llama así, antaño tenía un nombre totalmente distinto. Es un lugar donde las tradiciones continúan muy impregnadas en cada trozo de prado, en cada árbol, en el río caudaloso que rodea al pequeño lugar. Esta noche es San Juan, nuestra fiesta, donde nuestra fuerza parece, de nuevo, florecer como antaño. Y donde esa gran linea que separa lo mortal de lo divino parece desvanecerse. 

2 comentarios:

  1. Que narración más bien trenzada entre lo divino y lo mortal. Esto es mies para obtener una estupenda cosecha. Felicidades, amiga !!!.
    Sigue así, tienes madera.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. muchas gracias por tus palabras. Me alegro que te hay gustado. Un abrazo

      Eliminar